Durante la semana que pasó, diputados opositores al macrismo en la Ciudad reclamaron sobre asuntos importantes que parecen no estar contemplados en la agenda: La ley que regula el uso de purpurina y los controles de alcoholemia a los automovilistas.
Purpurina: La ley sin aplicación
En el mes de diciembre, la Legislatura sancionó una ley que controla la utilización de lo que comúnmente llamamos brillantina, teniendo como contexto el fallecimiento de un chiquito de 7 años en Santiago del Estero por su inhalación.
El fin de semana pasado, un nene de tres años tuvo que ser internado en estado grave y conectado a un respirador mecánico en la unidad de terapia intensiva del Hospital del Niño Jesús de Tucumán tras verse afectado por un cuadro de insuficiencia respiratoria por inhalar purpurina.
El diputado Fernando Muñoz, de cuya autoría fue aquel proyecto de ley aprobado en diciembre, reclama por la reglamentación de la ley, que según las normas, corre por cuenta del Poder Ejecutivo local (Jefatura de Gobierno de la Ciudad) para su aplicación efectiva.
La ley establece que todo producto comercializado en la Ciudad identificado como brillantina, purpurina o similar debe aclarar que «su uso debe de estar supervisado por un mayor».
Muñoz consideró a la ley como “fundamental para la salud pública”.
“Es inconcebible que esta ley no esté todavía reglamentada y que los jardines, escuelas y colegios de la Ciudad no se hayan informado con antelación al inicio de las clases sobre los riesgos de esta sustancia que ya se cobró la vida de un chico y que mantiene a otro en grave estado”, alertó. «Es de una irresponsabilidad mayúscula».
Los controles de Alcoholemia, lo que no se observa
La legisladora, Cristina García De Aurteneche, presentó nuevamente el proyecto en el cual se solicita al Poder Ejecutivo que informe sobre distintos puntos acerca de los controles de alcoholemia.
Durante el 2014, el proyecto no fue puesto en temario en la Comisión de Tránsito y Transporte, motivo por el cual se decidió realizar una nueva presentación ya que la importancia del tema lo amerita.
Lamentablemente, los accidentes automovilísticos en la Ciudad, estadísticas aparte, son una postal muy común. La diputada García, dijo:«Estás situaciones podrían ser excepcionales si los controles fueran mayores y si hubiera mayor presencia del Estado. Prácticamente, ya no vemos controles de alcoholemia y los pocos que hay son solo los fines de semana.»
Un informe reciente del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad revela que cada tres horas y medias se sanciona a un conductor bajo los efectos del alcohol. Además, la cantidad de conductores infractores, según este informe, han aumentado significativamente, respecto del año 2013.
«Si la Subsecretaria de Transporte no puede asegurar más controles, debería incrementar la cantidad de personal destinado a tal fin. Además, también se deben hacer de día. Los pocos que se ven son por la noche. Hay conductores imprudentes que manejan alcoholizados durante las 24 Hs.», expresó la diputada García.