Comunicado de prensa de la diputada Virginia Gonzalez Gass (Partido Socialista Auténtico)
Integrante de la comisión de Educación en la Legislatura de la Ciudad
Twitter: @GonzalezGass
Techos voladores, aulas pileta, puertas caedizas, ascensores decorativos y ventiladores de piso son la nueva vanguardia arquitectónica que propone para la educación pública el homónimo e hijo del artista plástico Carlos Regazzoni.
Padres, maestros y alumnos de varios establecimientos en Almagro interpusieron una acción de amparoante la falta de respuestas y el inminente riesgo que corre la comunidad educativa.
El próximo miércoles 8 abril, a las 12:30 hs, se presentarán en la Legislatura de la Ciudad para ampliar, para solicitar una solución, acompañados por los legisladores diferentes bloques.
Al hombre que maneja la caja del ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Javier Regazzoni, le encanta jugar con los números. De hecho, en octubre de 2014 hizo sorprendentes predicciones en base a las cifras estadísticas que la cartera de Esteban Bullrich suele mantener en absoluto secreto.
Esto ocurrió en octubre pasado durante el festival de datos organizado por el diario La Nación y la Universidad Austral, conocido comoDATAFEST.
Para esa fecha el subsecretario de Gestión Económica Financiera y Administración de Recursos de la cartera educativa también recibió una nota (Expte. N° 15347443/MGEYA/DGCLEI/2014) relacionada con laemergencia edilicia de tres instituciones que funcionan el barrio de Almagro (Comuna 5). Se trata de la Escuela Normal N° 7, el Comercial N° 8 y el Comercial N° 25. Todos ubicados en un establecimiento que cruza de punta a punta una manzana, con entradas por Av. Corrientes 4261 y Humahuaca 4260.
Allí se informó al actual candidato a intendente por el PRO en Almirante Brown sobre el grave peligro al que se exponen a diario 1600 alumnos y cerca de 300 docentes debido la falta de inversión y puesta en valor del edificio.
La nota llevaba 330 firmas de padres, alumnos y docentes, lo que motivó a Regazzoni a dar respuesta en una reunión que se concretó en noviembre de 2014. La resolución consistió en que no se haría ningún tipo de refacción debido a falta de presupuesto.
La información que Ragazzoni no tuvo en cuenta en su decisión fue quelas reformas y ampliación sobre el edificio histórico llevaron casi dos décadas desde los primeros reclamos realizados en 1999, que las actividades se regularizaron en febrero de 2011, con una entrega parcial del edificio, que en junio de ese año una alumna de 7° grado se lesionó por falta de control en la habilitación del mismo, que entre los años 2012 y 2013 el Jardín de Infantes se inundó de forma regular por la pésima construcción autorizada por el GCBA, que en julio de 2014 se advirtió al ministerio de Educación con 22 puntos críticos, entre los que se destacan caídas de puertas, falta de suministro de agua y problemas con el tendido eléctrico, entre otros.
También se agregan alumnos heridos por el desprendimiento de un ventilador y caídas de techos (placas acústicas), con dos estudiantes hospitalizados, y que la Superintendencia Federal de Bomberos de Villa Crespo clausuró el ascensor por falta de mantenimiento.
Por estas razones diversos integrantes de la Asociación Cooperadora y padres de los alumnos acaban de presentar un recurso de amparoconforme a los derechos y garantías previstos en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y la Ley 2145, por las que el gobierno porteño debe velar por la integridad física de todos los que concurren al establecimiento, además de una educación digna, sin discriminación y en condiciones de equidad.
“Esta situación se condice con una política que el gobierno de Mauricio Macri viene implementando desde el comienzo de su gestión. Con tan sólo revisar el presupuesto educativo podemos observar la reducción constante que ha sufrido este área. Mientras que en 2007 representaba el 27.1 % del total del presupuesto, en 2015 se redujo al 20.57 %”, advirtió la legisladora González Gass.
No es una novedad que las escuelas públicas se caigan a pedazos y que en cada nuevo ciclo lectivo presenten peores condiciones edilicias. “El presupuesto para infraestructura escolar también se ha reducido con el correr de la gestión. En 2007 representaba el 1.47 % del presupuesto educativo, y este año es de 0.48 %”, explicó González Gass.
La política de subsidios a establecimientos privados y el desfinanciamiento de la educación pública apuntan en otra dirección. “Lo más preocupante de esta situación es el vaciamiento constante que sufre la escuela pública por parte del Gobierno de la Ciudad, que no sólo reduce la inversión presupuestaria, sino que además aumenta el monto destinado a las instituciones privadas. El año pasado alcanzó el %3.65 del total en Educación”, agregó la diputada.
Estos datos sirven para comprender el impacto de éstas políticas en laalta migración de estudiantes a escuelas privadas. Los números hablan por sí solos: en 2014, las escuelas privadas recibieron un total de $ 2.519.606.534,16. Mientras que lo destinado a Infraestructura Escolar en ese año fue de $ 276.896.829,79, nueve veces menos.
La reducción constante en el presupuesto, la disminución en la matrícula y el desastroso estado de las escuelas públicas, no es casualidad. Tampoco lo es que los principales responsables de diseñar las políticas públicas para la Ciudad, desconozcan las problemáticas de la comunidad educativa en su conjunto, ya que provienen de áreas ajenas a la misma, como la informática en el caso del ministro Esteban Bullrich, o de la medicina como Regazzoni.