Las artes y el deporte tuvieron su reconocimiento a través de cuatro figuras específicas que fueron homenajeadas en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Briski: El actor comprometido
En el Salón Montevideo, repleto de público y en medio de ovaciones, el actor Norman Briski recibió su diploma de Personalidad Destacada de la Cultura porteña de manos del diputado Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda), autor de la Ley 5.374 que consagró tal distinción.
Bodart afirmó: «Es un orgullo haber promovido este reconocimiento a Briski, que a su trayectoria de actor e impulsor del teatro popular le suma ser permanente defensor de causas justas. Con él compartimos el criterio de que la verdadera cultura no debe ser mercancía, sino cuestionadora de lo existente.»
Después de criticar a las distintas variantes de «la ‘cultura’ oficial», Norman Briski señaló: «La otra cultura se expresa no sólo resistiendo, que nunca es suficiente, sino que sigue pensando que no debemos ser ‘el sueño de dominio de nadie’… y para eso, el sueño será nuestro o seremos esclavos del sueño de otros. La cultura tiene que expresar, emancipar y configurar lo distinto en lo diverso».
Además de su esposa Eliana Wassermann y numerosos alumnos de Briski, en el emotivo evento también estuvo presente la actriz Susy Evans, compañera de Eduardo «Tato» Pavlovsky, fallecido hace poco y Ciudadano Ilustre de la Ciudad también por una ley de Bodart.
Vivi Tellas: La vida sobre tablas
La directora de teatro y curadora nacida en Buenos Aires fue distinguida como Personalidad Destacada de la Cultura.
Tellas es creadora de Biodrama, un género documental sobre biografías escénicas referido a una rama del género dramático que principalmente se caracteriza por poner en escena o trabajar como material dramático las historias de vida de las personas. El acto tuvo lugar en el Salón San Martín de la Legislatura porteña, promovido por la diputada María Inés Gorbea.
Tellas es creadora de Biodrama, un género documental sobre biografías escénicas referido a una rama del género dramático que principalmente se caracteriza por poner en escena o trabajar como material dramático las historias de vida de las personas. El acto tuvo lugar en el Salón San Martín de la Legislatura porteña, promovido por la diputada María Inés Gorbea.
Inauguró el acto, la autora del proyecto, la legisladora Inés Gorbea, quién destacó la trayectoria de la homenajeada: «Sus invenciones curatoriales, Proyecto Museos y Biodrama han tenido una gran influencia sobre la producción teatral en los últimos años en la Ciudad de Buenos Aires, sus trabajos como directora siempre buscaron el borde de la institución teatral, desde la puesta revolucionaria».
«Agradezco la distinción y a los presentes por acompañarme, especialmente a mi hija Rita por compartir sus palabras. A mi me importa mucho la Ciudad de Buenos Aires y hacer cosas por la Ciudad, es por eso que me siento muy felíz al ser destacada personalidad de la cultura en la ciudad, gracias a todos», sostuvo Tellas luego de recibir el diploma de reconocimiento.
Pablo Falero: Triunfos sobre caballo
La legislatura porteña declaró de Personalidad Destacada en el ámbito del Deporte al jockey más exitoso de las últimas décadas en las carreras de caballos.
La legisladora Cecilia De la Torre, autora de la iniciativa, resaltó que “tuvo una carrera llena de esfuerzos y dedicación, que lo ha llevado a conseguir 4 veces el Gran Premio Carlos Pellegrini y que fue ganador de más de 7.500 carreras; 15 estadísticas Nacionales; 12 Olimpias de Plata; 14 Premios Carlos Pellegrini al Mejor Jockey de Argentina; y lo más importante, el Premio al Juego Limpio por ser un gran compañero con sus colegas de la profesión, dentro y fuera de las carreras”.
El periodista especializado Marcelo Duran preponderó que Falero está en el sexto lugar en el ranking mundial de jockeys con 276 carreras ganadas. Además de haber corrido durante 10 años en su Uruguay natal y 24 años en la Argentina, también ha competido en hipódromos de Chile, Brasil, Perú, España y Dubái; teniendo 18% de efectividad de primer puesto.
Héctor Libre, director de la Escuela de Jockey de San Isidro destacó que Falero siempre estuvo trabajando, “cuando se habla de su humildad, es verdad” y es un ejemplo para los muchachos.
Finalmente luego de haber recibido la distinción, Falero expresó gratitud:“En primer lugar un agradecimiento a la legislatura, a la diputada. Un agradecimiento a la vida y a mi familia. Un agradecimiento a los cuidadores, propietarios, capataces, colegas. Un agradecimiento a dios”.
Adolfo Aristarain: El arte del cine en todo contexto
El director de cine fue distinguido como Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de la Cultura por iniciativa del legislador Aníbal Ibarra en un acto que se realizó en el salón San Martín de la Legislatura Porteña.
El ex vocero de la presidenta Isabel Perón, Osvaldo Papaleo, contó que conoció al director de “Un lugar en el mundo” en Cartagena de Indias, Colombia, durante un festival y a partir de allí lo unió una gran amistad: “El es bien porteño, nació en Parque Chas. Tiene una sola forma de vida y un solo trabajo, que es el cine y lo hace con coherencia y dedicación y hoy le insisto para que vuelva a filmar. Al fin se ha reconocido a un porteño de pura cepa”.
Carlos Andrada, uno de los productores de su ópera prima “La parte del León”, afirmó que estrenaron la película en 1978, sorteando múltiples obstáculos que ponía el gobierno dictatorial: “no encontrábamos actores, ya que los habían clasificado de acuerdo a lo que ellos entendían como peligrosidad subversiva”.
Por otra parte, Andrada tuvo que sentarse al lado de Miguel Paulino Tato, autoridad de facto que podía censurar las películas, para “que aprobara la película” de acuerdo a sus criterios: “había que filmar un policial, sin que aparecieran policías” sin sexo, cuestión que el censor opinó que “estuvo muy bien resuelto” y sujeta a ciertos criterios arbitrarios de acuerdo a lo que se entendía como el orden y las buenas costumbres.
Por otra parte, Andrada tuvo que sentarse al lado de Miguel Paulino Tato, autoridad de facto que podía censurar las películas, para “que aprobara la película” de acuerdo a sus criterios: “había que filmar un policial, sin que aparecieran policías” sin sexo, cuestión que el censor opinó que “estuvo muy bien resuelto” y sujeta a ciertos criterios arbitrarios de acuerdo a lo que se entendía como el orden y las buenas costumbres.
El diputado Ibarra, impulsor de la ley aprobada por la Legislatura, sostuvo que la distinción se basó en que Adolfo Aristarain “forma parte de nuestra historia, en el cine, él fue audaz e inteligente para filmar en la dictadura y poder vencer a ese personaje siniestro, que fue Tato”.
Aristarian cerró el evento con un sentido agradecimiento: «Esto de recibir premios sin competir, como en los festivales de cine, es extraordinario”.
Al finalizar el acto Fito Páez tocó el piano para cantar el tango “La última curda” y para el disfrute de los asistentes entonó a capela su tema “Yo vengo a ofrecer mi corazón”.
