Esta importante reglamentación se gestó y consiguió en un contexto de clausuras y denuncias de los Centros Culturales barriales por persecución por parte de las autoridades locales.
«No se entienden las razones por las cuales el Gobierno de la Ciudad sigue sin reconocer esta actividad, impidiendo la adecuación e inscripción de los Centros Culturales y persistiendo con las clausuras», se quejó la diputada Pokoik.
- «Clase A» podrá recibir hasta 150 personas
- «Clase B» de 151 a 300 personas, no pudiendo ser la superficie de piso mayor a 500 metros cuadrados
- «Clase C» desde 301 hasta 500 personas, no pudiendo ser la superficie de piso mayor a 1000 metros cuadrados
- «Clase D» aquellos que superen las 500 personas con una superficie de piso mayor a 1000 metros cuadrados.
El documento final también detalla los medios de egreso, los servicios de salubridad, el sistema de iluminación de emergencia, las previsiones contra incendio y los requisitos de evacuación.
Federico Putaro, miembro de Construyendo Cultura, que nuclea a más de una veintena de espacios culturales de la Ciudad de Buenos Aires, declaró: «Pese a tener las leyes vigentes, seguimos recibiendo clausuras, y cuando queremos ir a inscribirnos en el Registro nos dicen que la categoría de Centro Cultural no existe. Somos más de 300 espacios con los papeles en la mano y la ñata contra el vidrio. Hay que dejar de clausurar, y empezar a habilitar».