El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires autorizó a demoler el Cine Pueyrredón del barrio de Flores, aunque el edificio cuenta con protección patrimonial.
Peligra la existencia del Cine Pueyrredón de Flores
Nota: Santiago Arguto
Situado en Rivadavia al 6800 (A una cuadrad de la Plaza Pueyrredón, popularmente Plaza Flores), podría ser demolido ya que en el Boletín Oficial porteño se autorizó a que desfonden el edificio para darle otros fines. Se rumorea que podría convertirse en un shopping.
El cine es amplio y con gran capacidad, cuenta con un subsuelo, una gran planta baja con foyer y tres pisos. En 2013, los actuales dueños pidieron permiso al Gobierno porteño para modificarlo y ampliarlo, con una demolición parcial, declarando que su “objetivo central es la valoración, restauración y embellecimiento de la fachada original y reactivación del uso sociocultural que supo tener el inmueble”.
El nuevo proyecto implicaría un subsuelo con estacionamiento, escaleras, servicios y sanitarios, una planta baja con galería comercial, hall, circulaciones, locales, patio de comida, un primer piso con dos mini cines, un segundo piso con una sala de exposiciones y oficinas y un tercer piso con los proyectores de cine, que son digitales.
La Gerencia Operativa de Supervisión Interpretación Urbana no puso objeciones al proyecto y hasta se permite observar que “el proyecto puesto a consideración observa una adecuada puesta en valor del patrimonio y centra su acción en el recupero de los valores del edificio”, según una nota del diario Página 12.
En 2011 la Defensoría del Pueblo intervino, por pedido de los vecinos del barrio. Gerardo Gómez Coronado, que se encargaba de los temas de patrimonio de la entidad, escribió que “si bien el Cine Teatro Pueyrredón cerró sus puertas como tal hace varios años, sigue siendo un referente cultural del barrio de Flores y los vecinos se han movilizado en su defensa y con el fin de lograr la recuperación de esta tradicional sala y salvaguardar el patrimonio cultural de la Ciudad”.
Había proyectos de declaración de sitio histórico y uno de expropiación, ambos de la entonces diputada Diana Maffía (Coalición Cívica- ARI), circulando por la Legislatura. La conclusión de Gómez Coronado fue recomendarle al entonces ministro de Cultura Hernán Lombardi, que “realice las gestiones a su alcance para la recuperación de la sala teatral y cinematográfica”. Pero ante la desidia, el Cine Pueyrredón quedó con una protección débil a nivel cautelar.