El mes de Octubre se despide con un regalo: la nueva tarifa del subte comienza a regir hoy, lunes 31.
A partir de ahora, viajar bajo tierra cuesta $ 7.50, aunque continúa vigente el sistema de pasaje escalonado que beneficia a quienes usen con mayor frecuencia el servicio.
Los primeros 20 viajes se pagarán al nuevo valor; entre el viaje 21 y 30, se abonarán $ 6; de 31 a 40 viajes, la tarifa pasa a $ 5,25; y de los 41 viajes en adelante, siempre que sean en el mismo mes, el costo será de $ 4,50. El Premetro, en tanto, costará $2,50.
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, consideró que era «inevitable» modificar la tarifa, aunque reconoció que el «servicio tiene que mejorar». El viernes el dirigente del MST Alejandro Bodart acudió a la Justicia para apelar el fallo que habilitó este nuevo cuadro tarifario.
El viernes 28, el dirigente del MST y ex legislador local Alejandro Bodartpresentó el primer amparo ante la justicia para suspender el aumento. «Presentamos en la Cámara porteña la apelación al fallo por injustificado e inconstitucional. El gobierno calculó la tarifa técnica en base a menos pasajeros que los reales: tomó 250 millones de 2014 en vez de los 272 millones de 2015. Encima, infla indebidamente los costos. Con este aumento del 67% el subte subió más del 700% desde 2012 a hoy, mucho más que la inflación real. Espero que el TSJ no convalide este nuevo tarifazo, que además afecta derechos constitucionales de los usuarios.»
En su recurso, que patrocinan las doctoras Alejandra Giordano y Claudia Leaños Parada, Bodart señala: “Si se ‘inflan’ los costos y a la vez se cuentan menos pasajeros que los reales, la distorsión es doble. Máxime si a eso se suma la falsa afirmación del gobierno porteño: ‘Subimos el pasaje para bajar los subsidios’. De 1.642 millones de pesos este año, en el 2017 Metrovías recibirá subsidios públicos por 2.550 millones.”, sentenció.
Otro de los diputados porteños que alzó la voz ante la aplicación del aumento fue José Cruz Campagnoli, del bloque FPV-NuevoEncuentro, quien expresó que «Cambiemos planea subirlo a 10 pesos para 2017».
Campagnoli sostuvo que «vamos hacia una caída de los pasajeros como en 2012, cuando aumentaron el subte. Ahí se bajó de 309 millones de boletos por año a 240 millones de boletos. El servicio del subte, como el agua o el gas, es un derecho. Con una economía recesiva, con ajuste y más pobres, esto lo que hace es agravar la situación”, concluyó.
Adrián Camps fue más allá de la cuestión económica, al indicar que «si el subte es más caro que el colectivo queda descompensado el sistema de transporte en la Ciudad y se favorecen los traslados por superficie que son ambientalmente peores y colapsan el transito».
«Aumenta el 66% el Subte pero no mejora el servicio. La mayoría de los trenes no tienen aire acondicionado. Muchas escaleras mecánicas y ascensores no funcionan y en las horas pico los usuarios viajan apilados en muy malas condiciones», sostuvo el legislador socialista.
Por último, Camps criticó los horarios del subte «No se puede entender como en una ciudad tan importante el subte finalice su servicio antes de las 23 horas. Claramente perjudica a los estudiantes y trabajadores que asisten al turno noche; también las personas que salen a cenar o van a presenciar espectáculos. La ampliación de la franja horaria mejoraría la calidad de vida y la seguridad de los porteños».