Vuela un papel, cae un cigarrillo, se rompe una botella y flamea una bolsa. Estos elementos, y muchos más, multiplicados por cientos o miles, ofrecen al transeúnte de la Ciudad una deplorable decoración para las calles que caminamos todos los días. Asco, indignación, bronca, fastidio y vergüenza es lo que pulula en el viento cuando […]